A pesar de estar casi sin palabras, hoy la palabra que rescato es, sin duda, SALUD.(pinchando en la palabra está el post completo)
"Salud, la que dá valor al dinero y sentido al amor. Cuando desaparece, se van la paz, la calma, la felicidad, la comodidad y, muchas veces, la independencia también."
"Una enfermedad que sólo el nombre ya parece desgarrador en si mismo: cáncer. ¿Quién no conoce a alguien que haya tenido o tenga cáncer? una enfermedad que se vuelve terriblemente familiar. El camino es duro, largo, y lleno de piedras pero son muchos los que consiguen vencerlo, por ello, para todos los que ahora se encuentran bajo la tormenta, no perdamos la ilusión de ganar la batalla. Salud para dormir sin miedo. Salud para despertarnos sin angustia. Salud para seguir poniéndo banda sonora a nuestra vida."
Los latidos del corazón, amplificados, resuenan en este silencio en soledad. Llevo toda la noche despierta, esparciendo la angustia por la almohada. Me llegan más noticias tristes desde Copenhague, y me quedo tiritando en una esquina, sin saber qué hacer. Mientras, miles de pensamientos se atropellan entre sí. Y es que, ¿qué hace uno cuando le dicen que alguien a quién quiere mucho se está quedando sin aire? Siento una pena de esa que hiela, con la sensación de haber agotado todas las lágrimas del mundo. Siento rabia de que la vida sea así de injusta; impotencia de no poder solucionar la situación; miedo de que suceda lo que pronostican. Pero sobretodo siento pena, mucha pena viendo como este huracán que ha llegado por sorpresa esté arrasándolo todo de esta forma. Él es un amigo, una burbuja. Es ese arquitecto de lados incorrectos del que a veces os hablo. Es quién guarda secretos. Y también quién me ha hecho cómplice de muchos de los suyos. Y llevo toda la noche pensando en tantas cosas... Pero desde ayer, tras recibir la noticia no he podido dejar de pensar en ella. Ella que no sabe nada de lo que está ocurriendo. Ella con la que un día intercambió trozos de corazón, y con la que sé que tienen algo pendiente por decirse. No sé vosotros, pero yo si fuese ella me gustaría verle aunque fuese un minuto, aunque fuese a través de un cristal. ¿Por qué nos da tanto miedo cuando un médico nos pone fecha de caducidad? Quizás porque nos recuerda lo que durante tanto tiempo obviamos: que esto tiene fin. Pero sobretodo porque el fin lo vemos más cercano que nunca. Y yo no quiero fin. No quiero el fin ahora. Pero la vida tiene esa parte impasible de que le da igual lo que nosotros podamos desear...
"Salud, la que dá valor al dinero y sentido al amor. Cuando desaparece, se van la paz, la calma, la felicidad, la comodidad y, muchas veces, la independencia también."
"Una enfermedad que sólo el nombre ya parece desgarrador en si mismo: cáncer. ¿Quién no conoce a alguien que haya tenido o tenga cáncer? una enfermedad que se vuelve terriblemente familiar. El camino es duro, largo, y lleno de piedras pero son muchos los que consiguen vencerlo, por ello, para todos los que ahora se encuentran bajo la tormenta, no perdamos la ilusión de ganar la batalla. Salud para dormir sin miedo. Salud para despertarnos sin angustia. Salud para seguir poniéndo banda sonora a nuestra vida."
Los latidos del corazón, amplificados, resuenan en este silencio en soledad. Llevo toda la noche despierta, esparciendo la angustia por la almohada. Me llegan más noticias tristes desde Copenhague, y me quedo tiritando en una esquina, sin saber qué hacer. Mientras, miles de pensamientos se atropellan entre sí. Y es que, ¿qué hace uno cuando le dicen que alguien a quién quiere mucho se está quedando sin aire? Siento una pena de esa que hiela, con la sensación de haber agotado todas las lágrimas del mundo. Siento rabia de que la vida sea así de injusta; impotencia de no poder solucionar la situación; miedo de que suceda lo que pronostican. Pero sobretodo siento pena, mucha pena viendo como este huracán que ha llegado por sorpresa esté arrasándolo todo de esta forma. Él es un amigo, una burbuja. Es ese arquitecto de lados incorrectos del que a veces os hablo. Es quién guarda secretos. Y también quién me ha hecho cómplice de muchos de los suyos. Y llevo toda la noche pensando en tantas cosas... Pero desde ayer, tras recibir la noticia no he podido dejar de pensar en ella. Ella que no sabe nada de lo que está ocurriendo. Ella con la que un día intercambió trozos de corazón, y con la que sé que tienen algo pendiente por decirse. No sé vosotros, pero yo si fuese ella me gustaría verle aunque fuese un minuto, aunque fuese a través de un cristal. ¿Por qué nos da tanto miedo cuando un médico nos pone fecha de caducidad? Quizás porque nos recuerda lo que durante tanto tiempo obviamos: que esto tiene fin. Pero sobretodo porque el fin lo vemos más cercano que nunca. Y yo no quiero fin. No quiero el fin ahora. Pero la vida tiene esa parte impasible de que le da igual lo que nosotros podamos desear...