La primera palabra propuesta para esta sección fue LUZ. Hace ya meses P-G-de-R desde el blog Is it fashion? propuso esta palabra abriendo así el aluvión que llegaría semana a semana por vuestra parte. Gracias por todas ellas, cada una con su punto de luz para escribir un nuevo post. Puntos de luz para cada martes. Hoy este sofá se llena de luz para todos. Me encanta esa palabra, casi un suspiro. Su sonorización parece ser un soplo de luz. En este blog hay diversos posts con esa palabra o, mencionándola de alguna forma. Necesitamos luz para hacer nuestra particular fotosíntesis. Parece un fenómeno extraterrestre cuando te lo cuentan con nueve años en el colegio. La luz es parte de mi y no sólo en el nombre. He nacido en el mes de la luz, con las primeras luces. Mi nombre habla de luz, significa la que nació con la primera luz del día. Lucía. Paradójicamente, la onomástica se celebra en el día más corto del año, el 13 de diciembre. Y es que hasta la noche más larga recuerda a la luz anunciando que por muy larga que haya sido, ahora caminamos hacia los días luminosos. Mi miedo a la oscuridad o, más que miedo desagrado. Parece que todo aquello negro y sombrío no se ha hecho para mi, será por ello que de tener que quedarme con las noches, siempre me quedaría con las de verano. Y hablando de noches de verano, quería que esta palabra coincidiese con esta semana en la que, desde mañana hasta el viernes, las Perseidas se dejan ver en su máximo esplendor para recibir peticiones de deseos por cumplir. Al final, siempre acabo cerca de la luz. Como en mis dibujos de infancia en los que pintase lo que pintase siempre había un sol enorme y como mucho, dos nubes. Los recuerdo. Ahora, pasado el tiempo supongo que algunos de mis ex-profesores de universidad analizarían aquellos dibujos buscando factores y atribuyendo rasgos a mi personalidad. Simplemente preciso luz. El miedo de las pesadillas lo espanto encendiendo mi lámpara. Esperando paciente en la mesilla, esférica, grande y blanca, dándome su luz. Las noches de invierno necesitan luz para ser menos lúgubres. Las de verano, ya tienen sus luces particulares. Un bebé nace con luz. Un difunto tiene sus velas. Las flores y su luz. No habría colores sin luz. Acabamos buscando a la luz en cada esquina. Luz como clarividencia, yendo al fulgor, a las ideas nítidas. Y es que si tuviese que rendirle culto a un dios, sería a Helios. El que alimenta todos mis días. A pesar de las nubes que quieran taparlo, a pesar de mostrarse indeciso y rebelde entre ellas, sabemos que está ahí. Enorme, ardiente, resplandeciente y jamás apagado. Energía que estalla. Luz puede ser una sonrisa. Luz una llamada. Luz puede ser incluso ahora en plena noche el sentirte en paz. Luz con las ideas claras. Luz sabiendo que tú ya no posees hueco en mi mundo a pesar de tus ideas en el error. Luz con certeza de que tú, sin embargo, siempre estarás junto a mi a pesar de que hace poco has cogido tu maleta llena de secretos y has echado a volar. Hay gente que parece que tiene luz a su alrededor y allí por donde va deja su estela sin necesidad de fuego, de candiles, ni bombillas. Luz sabiendo quién soy y a dónde voy, eligiendo el que hago cada día: mi camino. Luz esa suerte inesperada. Esa ruleta que gira a tu favor. Luz son los viajes, por muy difícil que sea echar a volar, siempre terminan aportando otra perspectiva. Luz es un libro, un texto tuyo, un poema... que consiguen decir no te vayas sin terminarme. Son esas canciones que te salvan al borde del abismo iluminando ese momento en medio de la nebulosa. Es ver uno de esos cuadros, que sólo necesitan luz para mostrar lo que expresan. Luz son las palabras sinceras, también la hipocresía burda, que a veces aclara todavía más. Jugando con la luz se crean ambientes, que siendo el mismo se tornan diferentes. Luz, la de las miradas francas. La luz anunciando el comienzo de nuevo día. Con la luz sabemos que ha terminado hoy para poder guardarlo en la carpeta de recuerdos o, borralo y empezar de nuevo. Luz, la de tus pupilas reflejada en tus pestañas.
Luz para mirarme silente. Luz para verte mejor.
Como siempre una percepción tan tuya tan personal, que podemos hacer nuestra de una palabra. A mi también me gusta la luz, pero adoro el otoño-invierno, con esa luz dorada o grisacea. Me gusta esa luz. Es cierto que necesitamos la luz, de una u otra forma, pero es una necesidad.
ResponderEliminarTe dejo una nueva palabra:
Pensamiento
Que bonito!! Que sería de nosotros sin Luz! Nos ilumina el camino, nos guía..Hay algo más hermoso que la primera luz de la mañana? Un besote!
ResponderEliminargorgeous flowers!
ResponderEliminarque grande!
ResponderEliminar"iluminan tus palabras mi camino con la luz de la alegria" un beso guapa y muchas gracias, ;P
Justo ésta noche pénsabamos en ello llendo en la moto por los caminos de Formentera, como cambia todo en la oscuridad!! y la verdad no me gusta nada la sensación que da.
ResponderEliminarBesos!
Me encantan los blogs como el tuyo, que tienen esa luz especial:)
ResponderEliminarMi palabra es: PAZ!
Aquí estoy, sentada en el sofá.
ResponderEliminarSí, la luz esta genial pero, a mi personalmente me suele gustar la oscuridad, los ultimos rayos de sol. El final del dia con el sol en su punto más bajo es...esencial cada dia.
GRACIAS, MUCHAS GRACIAS POR SEGUIRME. ¿YO? TAMBIEN TE SIGO!
UN BESOOOTE!
Este vez he tardado un poquito más q de costumbre en contestar, pero no puedo evitar decirte que me he bebido tus palabras, había luz en cada una de ellas, me ha encantado tu texto, de verdad. No dejes de escribir :)
ResponderEliminarAhora buscaré esa luz, q últimamnte lo veo todo un poquito negro, intentaré buscarla en esos lugares y momentos tan mágicos q has descrito.
Te dejo una nueva palabra: incertidumbre (q mala es la condenada!!!!!!)
un besazo muy grandeeeeee
Cierto, hay personas, como dices, que tienen su luz propia y van dejando su estela sin necesidad de candiles... quizás esa sea la mejor de las luces porque surge sin que esa persona lo pretenda, es algo que no puedes comprar ni regalar. Simplemente nacer así. Hay gente que es capaz de cambiarte el día, de refrescarte la mente. Y tú, básicamente eres la luz en su principio y fin, como dices, siempre terminas en la luz. No te apagues nunca...
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