25 de marzo de 2016

El amor dura tres años

Que después de dos meses sin publicar llegue con un post que lleva por título "El amor dura tres años" puede parecer un despropósito. Soy consciente de ello pero, sentaos que no traigo tragedias sino un buen libro. El título del post pertenece al libro homónimo que ha pasado conmigo unas cortas e intensas horas de estos dos meses. Y es que este ejemplar es de los que hay que leer del tirón, si es posible.
"¡Y qué! ¡Pues claro que sí! ¡No es tan complicado! Hay que decir las cosas como son. Uno ama y después deja de amar". 
Françoise Sagan (en el transcurso de una cena en su casa en 1966 con Brigitte Bardot y Bernard Frank)

Con esta cita arranca Beigbeder. Esto empieza fuerte y no deja que la llama se apague hasta la última palabra. En esta historia escrita en primera persona, el autor desgrana de forma honda, comprometida, brutal y franca el desengaño amoroso y el fin del amor, la infidelidad y el amor desenfrenado; así como una sociedad parisina de treinteañeros modernos en un ambiente de lujo y apariencias, vulgar e hipócrita a partes iguales. El protagonista vive su neurosis particular y está convencido de que el amor dura tres años: un año de pasión, un año de ternura y un año de aburrimiento. Tras su divorcio, reflexiona y urde sus dramas en ambientes de lujo, en los que la apariencia de que no falta nada choca con el vacío que siente interiormente. En el protagonista la experiencia, así como la educación que ha recibido, ha tenido gran peso a la hora de condicionar y definir la actitud con la que se enfrenta a su nueva relación. Su nuevo enamoramiento llega empapado en infidelidad, en despecho, en amor desmesurado y verdadero, todo ello vivido en el límite entre el pesimismo basado en sus experiencias y la esperanza porque todo cambie. Es un libro de pensamientos y reflexiones, os dejo algunas de ellas. (Sugerencia: será conveniente leer con lápiz en mano) 

"Desde el nacimiento hasta la muerte, conectamos nuestra existencia a un piloto automático, y hace falta una valentía sobrehumana para cambiar de rumbo"
"Para que el amor dure para siempre, basta vivir fuera de tiempo. Es el mundo moderno el que mata al amor"

"Nuestro amor es hermoso porque es imposible, lo sabes muy bien. El día en que esté disponible, dejarás de estar enamorado de mí"


"Las fiestas más hermosas son aquellas que se celebran en nuestro interior"

"El amor más intenso es el amor no correspondido [...]Amar a alguien que también te ama es narcicismo. Amar a alguien que no te ama, eso es amor"


«Para ser felices necesitamos seguridad, cuando resulta que para estar enamorados necesitamos inseguridad»

«Para ser feliz hay que haber sido infeliz»

"Siempre procura adaptarse al mismo molde para ser normal, normal, NORMAL a cualquier precio. Al no poder estar por encima del resto del mundo,deseamos ser igual que todo el mundo por miedo a quedar por debajo. Y esa es la mejor manera de arruinar un amor verdadero."





¿Alguien lo ha leído? ¿Qué os ha parecido?Y ya puestos, ¿alguna recomendación de estos meses?


2 de enero de 2016

Nuevo deseo: 2016.

Ahora sí que sí, 2015 se acabó. ¿A dónde irá? No lo sabemos, para unos se quedará en la memoria, para otros se irá al olvido. Para mi no ha sido ni buenísimo ni malísimo, ha sido raro, en cierto modo estático; como que no terminaba de tomar velocidad. Con una sensación de estar desincronizada con el tiempo actual. Ha sido raro y no lo considero clave, quizás no ha llegado el momento en el que considerarlo clave y poner todo lo aprendido en práctica. Eso ahí se queda, como un poso. Veremos cuando brotará para salvarnos. Porque nada de lo vivido debe ser en vano. 
Pero para el mundo 2015 ha dado para mucho... Un etarra que empieza de cero tras veinticinco asesinatos montando su propia licorería (¿se puede empezar de cero tras todo eso?). En busca y captura y lo encuentra un periodista, ¿de verdad quieren encontrarlo?. La Fifa inundada de pagos ilegales y apropiación indebida de fondos (a mi particularmente me fascinó aquello de que uno de los miembros implicados le había alquilado un loft en pleno Manhattan a sus dos gatos con el fin de aumentar exponencialmente su calidad de vida… Una pregunta ¿nos hemos vuelto todos locos, verdad?). Sirios que no aguantan más y escapan del horror, no saben a dónde van, ni cómo será aquello, ni qué harán allá… Sólo saben que allí, en dónde están, ya no pueden continuar. Ahí no hay vida. La política ha sido de mareas que quisieron limpiar playas varadas, y me dejan con la idea de que hay que seguir trabajando y mejorando (no nos conformemos, lo están haciendo mejor pero a ver, francamente el listón era fácilmente superable. Se puede y se tiene que hacer mejor). Cataluña y su diada, y mientras a Rajoy le ha caído una bofetada (además de la física también ha venido una bofetada de realidad. Señores, en democracia las cosas así no. Urnas, diríjanse ahí). Y más bombardeos, y más guerras, Rusia, Ucrania, Túnez, Siria, Irak, París… Da igual el lugar, el mundo está en guerra. Todos fuimos Charlie y meses más tarde todos rezamos por París (¿hasta cuando?) Y mientras unos refugiados no pueden entrar, unos países los rechazan y unos helicópteros les lanzan comida, tenemos a un Luis Bárcenas "siendo fuerte" para reunir su fianza de 200 mil euros y poder salir de prisión por los delitos en los que está imputado. Maduro no es querido por Venezuela, hasta el pajarito que Chávez envió vuela libre fuera de la jaula. Estuvimos a 12500 kilómetros de Plutón, al parecer nunca se ha estado tan cerca (lo sé, tenéis a algunos en mente que los enviaríais allí pero… Plutón no se merece eso). Un terremoto sacude Nepal llevándose diez mil vidas y varios edificios patrimonio de la humanidad. El Papa llega a la Casa Blanca con una misión de paz mientras negros siguen muriendo en EEUU víctimas de la violencia policial, que continúa siendo impugne. "Se busca presidente" fue el cartel colgado en Grecia, y de nuevo el pueblo pagando las decisiones, mala gestión y delitos de los políticos (ya basta, no?!). Y así tendríamos para rato, la verdad es que las malas noticias en el resumen del año superan a las buenas (cuestión de estadística) pero vamos a quedarnos con las buenas (cuestión de supervivencia) porque sólo de lo bueno puede salir algo bueno. 
Hemos quemando lo malo para dejar hueco y que llegue lo nuevo; abierto las ventanas para que la energía fluya; encendido todas las luces y velas que teníamos a nuestro alcance para que brillase aún más nuestra propia luz. Hemos brindado y requetebrindado a ritmo de música y confeti volando (que nunca falten estos momentos porque la energía es brutal). Tenemos deseos por cumplir, buena energía, ganas de seguir celebrando la vida y muchas ganas de un 2016 feliz, extravagante y bonito. Justo así, feliz, fuera de lo común, lejos de lo esperado, sorpresón en estado puro y original hasta el final. Y bonito, muy bonito. Pues eso, brindemos por un extravagante 2016. 



¿Qué tal ha sido para ti este 2015? ¿Con qué te quedas del último año? ¿Tus deseos prioritarios para este 2016?
(contadnos, que un sofá para hablar en silencio es muy feo ;)

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