31 de diciembre de 2011

Adiós 2011... Bienvenido 2012

Camina hacia nosotros un nuevo año, un 2012 que viene sin pausa para abrazarnos en pleno invierno. En un invierno que se enciende. En unas horas diremos adiós a un año, 2011, que quizás haya sido malo o bueno; o que quizás haya sido bueno y malo al mismo tiempo, como decía en uno los últimos posts. Intentaremos dejar en este 2011 todo lo que debe quedarse allí. Vamos a dejar los malos momentos, los días tristes, la apatía, alguna cara que no queremos ver más. Este 2011 nos habló de guerra y de Irak; de una década para recordar aquel 11 de septiembre y dos torres, y de un tal Osama que, supuestamente, ha sido encontrado y matado. Repito, supuestamente. Cuestión de fé. Los pueblos mediterráneos dispuestos a matar a las dictaduras que los han tenido bajo su yugo durante años. 2011 vió la salida por la puerta de atrás de un "cavalieri". Vió como el euro se tambaleaba en un fino alamabre al borde del precicipio. Y para tambaleo el que sufrió la plácida Noruega, con una isla tintada de rojo que firmó un sólo autor. 2011 le dolía el estómago viendo un tsunami y un terremoto que quería llevarse por delante a Japón, pero es demasiado para que puedan con él. Queda Japón para mucho. Ahora, con el final, llora viendo como el fuego arrasa Chile. ¡Cuánto duele la naturaleza! La monarquía más antigüa de Europa se casa y, de nuevo, una princesa del pueblo. 2011 nos mantuvo pendientes de la cuna de nuestra civilización, Grecia en el punto de mira. Amy Winehouse cantó su adiós. También dijo adiós aquel Jobs que escogió el símbolo del pecado para hacer su propia religión: Apple. En España nos deja a sesenta mujeres más muertas, víctimas de violencia de género, ¿hasta cuándo?; a una Eta que deja las armas, de nuevo cuestión de fé; y una mayoría absoluta en el que era el partido de la oposición, no sé si han decidido castigar o es que necesitan saber qué sucedía con el cambio. También, a un yerno que se escapó con el dinero más allá del charco. 2011 vió a unos indignados, junto con la primavera árabe, que han sido declarados personajes del año por una las publicaciones más influyentes. Como siempre, ha sido un año de cambios, porque eso debe de ser un año: cambio. Símbolo de que estamos vivos. Ha sido un año de rebelión. De las personas a la naturaleza han decidido protestar, cada uno con su razón. Y luego, nos deja un 2011 propio de cada uno, una mezcla del que compartimos, del que vivimos y del que decidimos crear.
Una blogger me escribía y me decía que este sería el año viajero. Bien, brindemos entonces por el año viajero. Hay algún viaje pendiente y algún otro en mente. Llega con proyectos, con carreteras sin final, con muchas luces, aumentará la familia por partida doble, con Springsteen en vivo, con mi cumpleaños en Amsterdam, con libros que hablan, con... Y contigo. Ahora a por el 2012... porque nos lo merecemos. Porque este va a ser el nuestro.

28 de diciembre de 2011

Los bloggers tienen la palabra: VULNERABILIDAD

El presente 2011 camina imparable hacia su cumpleaños y muerte. Visionando enero, febrero, marzo, abril... julio, agosto... lo vemos lejano y cercano a la vez. Pero casi siempre lo sentimos fugaz, el tiempo corriendo velozmente, sin que podamos hacer absolutamente nada nos hace sentir vulnerables. Nos lleva, nos coloca, a veces se para cuando más aburridos o impacientes estamos, otras se echa a correr cuando la película más nos está gustando. Y algún día nos dice: "es el último". Vulnerables en manos del señor cronos. Y sólo aceptando nuestra vulnerabilidad podremos palpar nuestra fortaleza. Por ello, aquí y hoy, vulnerabilidad.
Vulnerable, a disposición del viento, de la naturaleza, de las decisiones del otro e incluso de las nuestras. Vulnerable, sin poder saber lo que el otro piensa, quizás en un instante crucial en su vida. Vulnerable sin poder conmoverte como él se conmueve, aunque lo intentes. Expertos alpinistas dicen que cuando se superan los 7.000 metros uno depende de sí mismo. Pero los 7.000 metros pueden estar más cerca que esos colosos que se levantan en Nepal y alrededores. Ascendiendo nuestros diarios “ochomiles” propios, esfuerzo y altitud nos dejan a veces sin aire. Miramos atrás, sabiendo que no podremos volver al pasado, incluso puede que lo que nos encontremos no sea de nuestro agrado, o incluso peor, que nos impida seguir avanzando. Pero, cuando nadie nos ve, siempre terminamos mirando atrás. Reflexionando y deliberando sobre el más simple de los asuntos, podríamos llegar a la conclusión de que todo en esta vida se vuelve absurdo menos la vida en sí, sin ella no existiría la posibilidad de reflexionar ni de deliberar esos más simples asuntos que se nos tornan cotidianos. La vida, vivir, ese continuar la andanza, puede llegar a dar vértigo si uno la coloca pieza a pieza en silencio o, delante de un desconocido. Ese vértigo se sufre cuando se llega a lo más alto de lo que jamás se creyó alcanzar. Y un día aparecen las dificultades: nos preguntamos quiénes somos y a dónde vamos, también el cómo y el porqué. Sin embargo, nos zambullimos en cosas con verídica pasión en la que la mínima racionalización no sería ni pensable. Somos hinchas de un equipo de fútbol, seguidores de un grupo música; releemos algunos textos hasta que se guardan, sin darnos cuenta, en nuestra memoria; conocemos ciudades y lugares buscando el que nos susurre "quédate"; escalamos montañas, cantamos mientras ordenamos la habitación, y todas y cada una de esas acciones llenan nuestros vacíos y nos acompañan durante toda nuestra existencia. Encontramos el goce en compartirlas, pero el goce está en sentirnos menos solos de lo que realmente estamos. Las llenamos de significado y, sobretodo, calmamos nuestra angustia existencial con ellas. Porque así es como llegamos, como estamos y cómo nos iremos: solos. Y así es como somos: vulnerables. En el Himalaya o en el sofá del salón, en el quirófano o en la barra de cualquier bar. Y a veces, cuando más gente hay, más solos estamos. Será por eso que de vez en cuando, huimos hacia delante; y tal vez rebuscamos los lugares más aislados y lejanos: para poder encontrarnos y dejar de una vez de estar solos, porque es por esa soledad con nosotros mismos que somos tan vulnerables.

Gracias por la palabra ST. Con vuestras palabras nunca llega la soledad. Las palabras ahuyentan a la vulnerabilidad. Busco más palabras, las vuestras.

26 de diciembre de 2011

Y terminó Navidad...

It's Beginning to Look a Lot Like by Michael Bublé on Grooveshark

Empezar pensando en una maravillosa tarta de chocolate casera es el mejor de los principios. Quizás sea lo que más me gusta, esas eternas sobremesas en las que parece que el tiempo se vuelve eterno con el postre. Risas, conversación y postre esperando a ese señor gordito y vestido de rojo que premiará o castigará según su criterio. Pero cuando pequeñas princesitas están sentadas a tu lado con la impaciencia bajo su asiento entonces Papá Noel se siente más cercano. Con él llega el fin de la cena, para comenzar el principio de la noche de la ilusión. Y así, fin de la cena de Navidad. Y este, también es el mejor de los finales.

Mañana esta carta llegará a un buzón, a uno de esos buzones que no esperan y serán sorprendidos. A una destinataria que tampoco espera esta carta. Una de esas 52 cartas pertenecientes al proyecto del que os hablé aquí y aquí. El sobre fabricado por mi, unos folios con colores, con letras y, sobretodo, con mensaje. Otra carta llegará a otro buzón que espera, a otra destinataria que espera. Y que sé de antemano la alegría que causará en ella. Por ello la he escrito y personalizado con tanto mimo. Las cosas con mimo tienen la facilidad de quedarse guardadas en nuestro baúl de los mejores recuerdos. Vamos a crear buenos recuerdos en nuestras burbujas preferidas. Está tan bien crear esos estallidos de alegría en los que más quieres...
Una vela que huele a jazmín. Aquí no hay que añadir más que un enoooooorme me encanta. Tengo que estrenarla, quedarme con el olor y con estas navidades del 2011 que pronosticaba que serían diferentes y mejoradas, y así lo han sido. Encenderla, oler, guardar. Cuántos recuerdos puede registrar el olfato. Me encanta que los recuerdos tengan olor.
La niña boluda a la que le debo un post empezado desde hace tiempo. ¿Será antes de que termine el año? Me encanta Mafalda. No puedo decir más, si lo dijese luego me repetiría en el post y... odio tanto las repeticiones... Se ha colocado algo más de ella en una de las estanterías de mi casa para estos últimos días del año relea algunas de sus tiras. Para que estos últimos días del año vuelva a cualquier rincón del pasado. Viva Mafalda!!
Una agenda para este año 2012 en la que anotar los buenos días, en la que tachar los malos, en la que planear las tardes al sol, y en la que dejar hueco libre para las mañanas de los domingos para dormir plácidamente. Y un año más, una agenda de Maitena, la ilustradora argentina que me enamoró hace ya muchos años y, fue para siempre. Esas mujeres alteradas de las que hablaba creaban en mi la risa en el alma.
Mañana empezaremos la última semana, el último lunes de este 2011 que ha volado ante nuestra quieta mirada. Caminamos al final, a un final que se volverá principio, como siempre sucede.. Terminar para empezar lo siguiente, avocados a un nuevo final. ¿Nos queda algo pendiente por hacer en este 2011? Puede que aún estemos a tiempo. Sin titubeos,caminemos una feliz última semana...
¿Qué tal la Navidad? ¿Cómo se presenta la (última) semana?

24 de diciembre de 2011

Una navidad para ti

Santa Claus Is Coming to Town by Michael Bublé on Grooveshark
De nuevo, Navidad. Un año más la fiesta más famosa de todas las fiestas viene a visitarnos. Dá igual si agnósticos o creyentes, termina por celebrarse más allá de las religiones, lo dice una no creyente. Unos dirán que es un invento del consumismo; otros que es una farsa en la que aguantar a esos que llaman familia; algunos lo verán como la excusa para abandonarse a la comida y bebida; otros como el gran día en el que todos se intercambian afecto y regalos tras una cena, alrededor de un árbol; los más pequeños como el gran día en el que dá igual si Papá Noel o los padres, pero habrá fiesta y regalos esperando bajo el árbol... Quizás, puede que estas fiestas sean sólo para las almas suaves y pequeñas, los únicos que pueden extraer el sentido a todo esto. Simplemente disfrutar del momento, de la compañía, de creer en los regalos por arte de magia, de las luces por doquier, de (ad)mirar al árbol... ¿Se pierde la capacidad de disfrutar con los años? ¿o es que hay personas que han nacido con el velo gris que cubre cada cosa que miran? No me importa. Lo que importa es que cada uno, a su forma, sea capaz de disfrutar del día.

Buceando en el porqué de la fiesta encontramos que se celebra un nacimiento, y ya he dicho que esto va más allá de creencias o iglesias. Encuentro el encanto en que se celebre un nacimiento, un acontecimiento así siempre llega para colmar expectativas, siempre trae luz. Y hablando de luz, se conmemora también que nace el sol, el solsticio de invierno, que los días van a estirarse como nosotros en los despertares. A esto ya el encanto que le encuentro es mayúsculo. Vuelve el sol.

¿Y los que nacen en Navidad? aquellos que celebrarán Navidad y cumpleaños a a la vez. Es decir, allí también se celebró un nacimiento que ahora se ha vuelto un año, otro año, una década, otra... ¿O quizás es que los padres siempre celebran el nacimiento? Estos no cumplen años, coleccionan navidades. Tú eres el diciembre que se enciende. Una navidad de luz. Feliz cumplenavidad.

Miro las luces. Puedo pasarme un largo rato observando las luces, su tintineo, su brillo, como cambian el ritmo e intensidad. Sin duda, lo que más me gusta de la Navidad (también existimos los que vislumbramos la excusa para poner más luces, más velas)

Yo no quiero desearos una feliz navidad, ni una triste navidad, ni una navidad de fiesta y pavo, ni una navidad de nostalgia, ni siquiera una navidad de regalos en multitud... Yo lo que quiero es que tengáis una navidad vuestra, como vosotros la deseéis, justamente así. Quizás lo más importante sea eso para poder sentirse en paz. Brindemos por una navidad como tú desees...

21 de diciembre de 2011

Los bloggers tienen la palabra: SUERTE



A Candle's Fire by Beirut on Grooveshark


Buceo entre las palabras que vais dejando poco a poco esparcidas por aquí. Indecisión. ¿Cuál escoger entre todas ellas? Lo cierto es que las leo y me paro en algunas, uniendo puntos en el aire. Continúo con la siguiente. Hay otras que no sabría por dónde llevarlas, me llevan ellas a mi. Y tras algunas vueltas, pienso en la suerte. En esa ruleta rusa que se dispara, más allá de nuestro control, preparada para cambiarnos el día, el mes o la vida. A vísperas del día en que la suerte será una de las palabras protagonista, se merece un hueco en este sofá. Aquí y hoy, suerte! Nos hablarían de probabilidad y de estadística, y no podemos negarla, ni siquiera lo pretendemos. La camisa de la suerte no hará que aprobemos el examen, pero quizás hará que nos lo creamos. Creer es un pilar fundamental en la suerte, buena o mala. Supersticiones y rituales nos hablan también de suerte. Y su denominador común sigue siendo la creencia. Creer que el gato negro trae mala suerte, que mi número de la suerte es el seis, que del ritual puede depender mi suerte. Creer, nuevamente creer. Mover. Las religiones también hablan de la suerte, colocando en su Dios la influencia decisiva sobre ésta. Creer de nuevo. Hablaríamos quizás de , la creencia sin necesidad de demostraciones. Los creyentes dependientes.Hay hechos importantes que se escapan de nuestro control, ahí la suerte puede jugar a favor o en contra sin que podamos hacer nada. Nadie puede elegir el lugar ni la familia en la que nace, eso marcará su vida, lo quiera o no. Si hubiese nacido en África, en Tailandia o en Colombia mi vida no sería cómo es ahora. Si mi familia no fuese mi familia, mi vida tampoco sería como es, porque yo tampoco sería yo, para bien o para mal mi suerte habría cambiado. Creer en la suerte sugestiona al creyente recibiendo un extra de control en su propia vida. También está esa otra suerte a la que le estima la "culpa" de todo, una forma de huír de las responsabilidades propias. Es más fácil decir que he tenido mala suerte que aceptar los errores cometidos. Ella sale del trabajo puntual, camina a la estación de metro dispuesta a embarcarse en un bagón que la deje en la parada cercana a casa. Imagina que llegará, se dará una ducha caliente, quizás él esté en casa o faltará poco para que llegue. Le besará mientras se reencuentran. Ella sale del trabajo puntual, camina a la estación de metro dispuesta a embarcarse en un bagón que la deje en la parada cercana a casa. Una anciana la para en la entrada, está un poco perdida y necesita indicaciones para poder llegar al lugar que debe llegar. Perderá el metro, le llamará mala suerte a tener que perder el tiempo esperando al siguiente. Imagina que llegará, se dará una ducha caliente, confía que cuando llegue a casa él estará allí, esperándola. Vislumbra que recibirá un beso mientras se reencuentran. Él está allí, cierto. Está en su casa apurando los últimos minutos con otra mujer, despidiéndose antes de que ella llegue. ¿Dónde está la suerte? Hay un montón de situaciones en las que sin saberlo, la suerte está de nuestro lado, aunque a priori no lo parezca. Antes hablábamos de creer, quizás creyendo creamos sin saberlo. Creamos, al menos, de forma mental la ilusión, el suceso. Vamos a creer en la buena suerte, pero sólo y únicamente en la buena. Vamos a salir, perfumados, a buscarla pero predispuestos a encontrarla. Suerte también es nuestra postura ante la vida.


Idriel Nandri deja la palabra. Suerte a todos mañana... y siempre.

15 de diciembre de 2011

Los bloggers tienen la palabra: ENVIDIA


envidia by Antonio Machin on Grooveshark

Llego tarde, lo sé. El martes era el día de mi nombre, y tenía que celebrarlo con él, mi nombre y yo brindando un año más por los días de luz. Desde ayer, el día irá ganando tiempo a las noches de invierno. Todo ello desde la sabiduría popular, que afirma que con Santa Lucía, menguan las noches y crecen los días. Puede que sea mentira, pero me encanta pensar que caminamos hacia la luz.Habéis ido dejando palabras y palabras esparcidas por aquí, entre todos fuisteis colocando las que designan los siete pecados capitales. Pensé en hacer una entrada conjunta, pero serían siete palabras en un sólo post, lo que supondría un post demasiado largo. Además, y más importante, creo que cada palabra merece un día, un texto, una música, una imagen y un momento de reflexión exclusivamente para ella. Añado una frase del gran Cortázar "Jamás hemos dejado de soñar que el columpio nos pertenece. Y hasta envidia sentimos cuando los niños no nos prestan el tobogán." Aquí y hoy, envidia.El sujeto se siente desdichado por no poseer aquello que identifica como goce e ideal en el Otro, y que percibe en sí mismo como falta. El deseo por lo que el Otro atesora puede volverse deambular sin mapa. Acabar viviendo la vida del otro, quizás por falta de vida propia. La envidia habla de las carencias, de los miedos, de la falta, de las neuras de cada uno. Él no quiere ser el Otro, sólo quiere su habilidad artística; la vida dinámica e interesante que ve desde su cristal, sacando todo lo que no considera atrayente; conducir su nuevo coche, que no costear su mantenimiento; a su mujer, con sonrisa maquillada, no en la hora de los sentimientos encontrados; algunas de las personas que lo rodean, que no lo personajes con los que también se encuentra; su trabajo, pero sin invertir tanto esfuerzo y horas... La envidia acapara siempre una percepción distorsionada y exageradamente positiva del otro y de su vida. En la envidia hay mucha fantasía, y por supuesto el fantasma de cada uno. ¿Cómo es posible tener su vida si eres ? Mi vida es mía por algo, y la tuya también. Me refiero a que mi vida es mía y yo soy yo porque mi padre y mi madre son mi padre y mi madre, no cualquier otros; mi infancia es mi infancia y no otra; mis actos llevan mi rubrica y no la de otro. (Lo que hablaba en el post anterior sobre la identidad.) Uno es uno porque su historia es su historia, por eso nunca podrá ser otro, ni otro podrá ser nunca él. Envidia nos habla de emular, pero lo honesto no siempre está presente. La vida del otro por muy bella que sea, es bella en el otro. Quizás si el protagonista cambiase, éste comprobaría como le queda grande, o pequeña, o demasiado ajustada. Normalmente a los que nos queda bien nuestra vida es porque es de nuestra talla, como mis zapatos o mi sujetador. Encaja de forma sencillamente natural. La envidia deja al envidioso agobiado con los triunfos ajenos. Estamos ante una botella con mensaje de inferioridad, angustia y rencor, encuadrado en lo obsesivo, que navega a la deriva. Nos encontramos ante lo patológico. La inferioridad lleva inherente la comparación, siempre mirando a los demás para poder calificarse. Con sus lagunas identificadas y silenciadas, surge un complejo de inferioridad que lo anegará en la más gris de las ciénagas.La envidia deja paso al resentimiento, un mísero sentimiento instaurado no para buscar el bien propio, sino el mal ajeno. El envidioso no siempre quiere lo que el otro consiguió, a veces sólo quiere romperlo. Hablamos de lo perverso. La envidia sólo puede dañar a quién la siente.Envidia es el despropósito a uno mismo. Envidia es un alma hambrienta.

12 de diciembre de 2011

Viaje, radio y regalos... Diciembre

De vuelta a casa para terminar el domingo. De vuelta a casa para comenzar la semana. Inmersos en Diciembre esto tiene una luz diferente. Hoy termina la semana festiva, previa a esos destacados festivos que están por venir. Unos aterrizan a ras de noche sin ganas de llegar a casa; otros despegan apurando el último momento. Los que llegan por carretera y se encuentran la nevera vacía. Unos perdidos entre árboles, otros en playas, o los primeros en probar la nieve. Tengo que decir que me quedo, sin duda, con la playa. La nieve nunca fue mi devoción, ni la de ninguna persona tan friolera como yo. Pero quizás hace dos años mi aversión a la nieve ha crecido un poco más, ya que en mi habitual viaje de Diciembre me fui a Berlín y, una ola de frío siberiano nos arrolló con su aliento de menos veintidós grados (Aquí podéis ver más). A pesar de que ciertas ciudades tienen su encanto en este momento del año. Y pensaréis, ¿por qué siempre un viaje en Diciembre? porque hay que despedir el año, porque todos nos merecemos un autoregalo, y Navidad para eso es una buena excusa. Londres, Frankfurt, Praga, Berlín, Londres de nuevo...En el post anterior hablaba de la despedida al presente año y la bienvenida al 2012, hablaba de que un año se va para dejar hueco al siguiente. Con el fin, llega inevitablemente el balance. Y Pato, una blogger amiga pasaba por aquí y comentaba que se había encontrado ella misma y su propia vida en el texto. Ella tiene un programa de radio, en el que cada sábado dá la vuelta a una palabra, algo similar a lo que acontece en este sofá cada martes. Hace un tiempo se llevó este sofá hasta sus Perras Negras, es decir, el Blog de Estrógena llegó a una radio argentina. Aquí os hablo de todo ello. Este sábado hablaba de Balance y decidió llevarse el texto de mi entrada anterior. Todo un placer. El programa lo abrió un poema de Benedetti, mi adorado Benedetti. Todo un regalo. Aquí os dejo el enlace para escuchar el programa del sábado.Y hablando de regalos y autoregalos... Todavía no tengo todas las cartas que me llegan como buena Mamá Noel que soy. Está todo más o menos elegido, una idea general del regalo que recibirán de mi parte cada una de mis burbujas. Siempre terminamos en perfume, ropa, libros, una joya, tecnología, algo para su pequeño mundo... aunque este año creo que mis regalos irán a los armarios. Y aquí encontré el lugar perfecto para comprar desde este sofá para hablar: Shopalike .Yo todavía no he hecho mi carta, pero ellos supongo que están en el mismo punto que yo: nos conocemos bien como saber qué me gustaría ver al arrancar el papel. El regalo en sí está envuelto en magia, ideando una agradable sorpresa. Un afecto envuelto en papel de colores y un lazo. Pero lo mejor del regalo es regalar. Navidad y regalo porque sí no me convence, pero aprovechando que vamos a encontrarnos, vamos a decirle al otro cuán importante es para nosotros, vamos a brindar por los nuevos tiempos, con una sorpresa bajo el brazo.


¿Qué tal de semana festiva? ¿Os gusta Diciembre? ¿Regalos y navidad, qué os parecen?

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