2 de diciembre de 2013

La actitud la ponemos nosotros

Diciembre comienza. El primer día del último mes del año se despierta con sol y frío, con el despertador apagado. No tenemos prisa. Un día de desconexión y reinicio que he disfrutado en mayúsculas. Un día para liberarse, dejarse caer, fluir sin mirar el reloj. Uno de esos domingos de Diciembre con gente por las calles, tiendas abiertas, villancicos y luces encendidas para noches que llegan a media tarde. 
El frío puede llegar a congelarnos, a dejarnos completamente paralizados y anquilosados. Éste podría ser el símil de una de esas personas non gratas con las que todo el mundo se ha topado alguna vez. Uno no puede negar el frío porque existe, como existe el calor. Y si no lo identificásemos tampoco podríamos valorar todo lo magnífico que éste último nos aporta. Y con el calor pensamos en alguna de esas personas que tienen luz propia, que saben sacar lo mejor de nosotros sin darnos cuenta; y la mayoría de las veces sin su propia intención, tan sólo siendo ellos mismos. Hay gente que tiene el alma limpia, que tiene una buena energía que te impacta, que sabe sacudirte y, dejarte la sonrisa puesta y las ansias boca arriba. Ante los primeros tenemos la opción, como sucede con el frío, de quedarnos desnudos y quietos, dejando que nos paralice y que cuando queramos movernos ya sea tarea imposible. Pero también hay la opción de protegernos y abrigarnos, poniendo una barrera para evitar ser contagiados. Activarnos continuando nuestro camino sin dejar que nuestra sonrisa se pierda porque sí. Uno no puede permitir perder la ilusión por la mísera amargura ajena. Abrigarse y protegerse del exterior, y por dentro la sonrisa de encaje. Porque si la ilusión llevase ropa (suponemos que sería mujer) seguro que no mostraría nada, pero lo insinuaría todo. La ilusión son las ganas y los planes vistiéndose de fiesta. 
Y mientras el tren me lleva a mi destino aprovecho para la lectura, entre otras cosas. “Y ésa es la grandeza de estar en el pozo, que si lo deseas y la ayuda es sencilla, una simple indicación, leve pero acertada, te puede llegar a sacar de allí...” Yo recuerdo algunas de las recibidas desde diferentes vías a lo largo de mi vida y pienso... ¡¿qué hubiese sido de mi sin aquellas indicaciones?! A ver, seamos sinceros, cualquier pozo es feo y oscuro, pero es taaaaan bonito recibir esas indicaciones que se vuelven pequeños empujones mientras uno ve poco a poco la luz. De nuevo nos pasa como con el frío y el calor, sería imposible valorar el esplendor de la luz sin haber estado en la oscuridad del pozo. 

Y mientras caminamos por calles, nos encontramos con zaguanes que invitan a entrar. Son tan bonitos que uno se queda mirando y pensando cómo el tiempo les ha dado solera, color y olor. Tienen carácter. El tiempo, el entorno y las experiencias han creado su esencia. Y os dejo otra frase del libro: «Traumas de la infancia... Siempre he creído que es lo que somos... Traumas de la infancia... Lo que te prohibieron, lo que no te dieron, lo que te obligaron a aceptar y lo que te arrebataron crean tu carácter.» A los zaguanes les pasa lo mismo que a nosotros, poco a poco ha sido moldeados, pero algunos han conseguido no dejar de ser ellos mismos. Y esos son los que llaman mi atención. Me paro, fotografío, y os los traigo hasta aquí. Yo en otra vida, si me toca ser inerte, quiero ser zaguán. Pero con carácter. 

Feliz semana!Y recordad que podrá haber frío o calor, pero la actitud la ponemos nosotros ;) 

5 comentarios:

  1. Te admiro por poder ser piedra o rayo a tu antojo. Yo seguiré siendo ortiga.

    Un besito.

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    Respuestas
    1. Lo que nunca podremos ser es piedra o rayo porque otro lo decida por nosotros. Eso nunca, nunca. Muy bien ortiga, si esa es tu decisión, desde aquí la apoyamos ;)

      Muuua!

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  2. Buenos y felices diciembres, voy a mandarte un mail, q tengo una propuesta que hacerte con ese librp :P

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  3. Guapa!! lo he visto, muchas gracias por acordarte de mi, es que últimamente estoy a tope y no he tenido tiempo a contestarte con tiempo pero que sepas que me ha hecho mucha ilusión.
    Un abrazo enoooorme :)

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  4. Pero qué bien escribes siempre, ...además describes muy bien sentimientos, sensaciones...
    Yo querría ser Arco Iris...me encantan los arco iris, y significan ese punto bonito entre momentos de calma y luz Vs oscuridad y tormenta...perfecto.
    Besazo

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Cuenta lo que quieras, recuerda que esto es "un sofá para hablar"...

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