La cuenta atrás ha comenzado para la vuelta al cole. Cuenta atrás porque ya queda menos para final de las vacaciones, o quizás para el comienzo de una nueva etapa, según se mire. El caso es que debo de ser uno de esos seres que no sufren por la vuelta al trabajo, todo lo contrario, me acompaña la ilusión de volver. Y es que no siempre que se vuelve, se tiene que volver con la frente marchita como decía la canción. Volver también conlleva la ilusión del abrazo del reencuentro; volver para intercambiar experiencias de las vacaciones; volver a comenzar nuevas terapias, reconducir las que vemos que no funcionan; volver para llegar con la batería cargada de energía nueva y fresca para ponerla en práctica;volver a ver esas miradas a las que han echado de menos; volver a abrazarles a todos, a todos esos que me rodean. Volver a comenzar. Quizás volver es más fácil cuando trabajas con almas y no con textos.
Vencido el momento inicial del recuerdo, el regreso es siempre antesala de algo nuevo e ilusionante.
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