Esta imagen me habla de algo efímero para mi. Amsterdam y sus calles. Un lugar lleno de paz en el que parece pararse el tiempo, sin embargo, cuando te vas todo se vuelve tan efímero y fugaz. Siempre se muestra demasiado breve. Lo efímero nos abraza, intentamos quedarnos en él pero termina por escapar lentamente pasándonos por delante y nosotros inmóviles sin poder parar su rastro. La felicidad es efímera, tu tarta de queso se vuelve fugaz ante mi. Hay días efímeros y noches que duran siglos. Una sonrisa que sale de la chistera. Mis tulipanes que son tuyos, efímeros. Amores de un día y días de amor, puede que breves ambas formas. Viajes que vuelan. Dicen que hay instantes que duran toda una eternidad. Lo efímero a nuestro alcance, volviéndose eterno en un segundo.
Gracias a Rose por la palabra, déjanos la tuya...
Me ha encantado la última frase :D
ResponderEliminarComo siempre que te leo, me fascina. La música le va genial. Gracias por este breve, aunque fructuoso paréntesis en el día.
ResponderEliminarMi palabra: empatía.
ResponderEliminarNo había visto esta entrada. Qué hermosa forma de reflejar lo efímero, que siempre asocio a algo hermoso, natural, vivo, que se disfruta y ... se va... Un abrazo y gracias.
ResponderEliminarte dejo otra palabra:
Desconfianza
Instantes que duran toda una eternidad, cierto! haz un post sobre eso, sobre algunos de esos instantes. Yo ya he propuesto tiempo, podrías enlazarlo por ahí.
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