Vacío. Uno siente el vacío que deja la tristeza; el desgarro que produce pensar cuántas vidas se han truncado en un momento, y no sólo las de los fallecidos. Por extensión, hay muchas personas que hoy viven un día en el que faltan palabras para describirlo.
Dicen que aquí la lluvia es arte, pero ayer el arte ha sido la solidaridad en mayúsculas de todos los que se han volcado ante la tragedia. Colas de gente donando sangre, trasladando a los heridos en sus propios coches, llevando mantas a los fallecidos; profesionales que en paro, en huelga o de vacaciones lo han dejado a un lado para ayudar antes de ser llamados. En momentos en los que se olvidan las cosas secundarias: las razas, las banderas, las ideologías, o el equipo de fútbol al que siguen. Sólo hay hueco para dos palabras: vidas y personas. Deja un sentimiento tan bonito que duele. Se nos ha olvidado la crisis, los rescates, la corrupción... Y sólo nos hemos centrado en lo importante: había personas que necesitaban ayuda. Nada más. Ojalá muchos de esos que, presuntamente, se preocupan por la ciudadanía, tomen ejemplo de éstos, de los ciudadanos solidarios que no dan mítines sino ejemplo.
Imposible el aliento y la calma ante tanta vida truncada de repente. Pero que la tristeza no sea en vacío, hasta las hechos más trágicos nos dejan una enseñanza. A mi me la ha dejado el 2012 con muchos acontecimientos; me la ha dejado este 4 de Junio, en el que a los veinte minutos después de haber cumplido una nueva primavera se iba mi arquitecto de lados incorrectos, tras meses de agonía. Surgió el dolor pero, poco a poco, también las enseñanzas. Y hoy, ante lo acontecido, han venido a mi y he querido compartirlas. Vive hoy, sé agradecido hoy, no esperes más para decirle lo mucho que significa para ti; no prolongues más el momento de una visita sorpresa, no dejes para mañana el verbo disfrutar, da lo mejor de ti sin que nadie te lo pida; y sigue levantándote a pesar de haber caído para ir a por lo que realmente deseas. Todo eso tiene que ser hoy. El destino tiene muchos trenes que no llegan a la estación, pero nosotros todavía estamos aquí. Vive por ti y por todos ellos. Por todos los que hoy están de despedida. Un abrazo enorme.
Sin palabras leyendo el post. Ha salido lo mejor de los humanos: la solidaridad, no era para menos, cualquier podríamos haber estado allí. Había que hacerlo.
ResponderEliminarY tu lado positivo, con las palabras justas, llena de vida como siempre. Si ya tú eres así, él estará tremendamente orgulloso de haber dejado esa enseñanza en ti.
Un abrazo de oso, Tuti
Me alegro que haya gustado, no sé si las palabras justas pero sí las que salieron del corazón, las que sentía viendo tanto horror.
EliminarUn abrazo enorme princeso :)
Buenas! Podría jurar que visitado tu blog antes, pero después de navegar a través de él leyendo muchos de los
ResponderEliminarmensajes me di cuenta de que es nuevo para mí. De todos modos, estoy contento de haberme encontrado con esta página.
La añadiré en mis marcadores para volver de vez en cuando!
My web page ... contaminacion
Encantada de que te hayas encontrado en este blog a gusto y que vengas a vernos siempre que quieras.
EliminarUn abrazo
He leido muchos de tus post y siempre están cargados de emciones y energía. Pero éste puede que sea uno de los que más me ha gustado, quizás porque todos nos hemos sentido parte de esta tragedia, con sentimientos contradictorios, nos sentimos orgullosos de la gente que nos rodea y ina vez más, hemos demostrado que los gallegos merecemos mucho la pena.
ResponderEliminarHoy día de Santiago Apostol, un día triste para recordar.
Gracias por compartir con nosotros un post tan cargado de emociones.
Estef
Ooooo... Estef! qué alegría verte por aquí :)
EliminarSí, la verdad es que esto ha sido horrible, horrible... Sí, por una parte orgullosos por tanta solidaridad, y por otra destrozados al ver tanta vida truncada en un momento.
Gracias a vosotros, los que leéis, los que visitáis esto.
Un abrazo enorme
Así tiene que ser.
ResponderEliminarY así es :)
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