19 de agosto de 2009

amistades

¿Por qué tantos llaman amig@ a esa persona que sólo comparte café con ellos u horas de trabajo? Quizás porque nunca han tenido un amigo, o porque quizás anhelan eso de lo que tanto se ha divagado a lo largo de la humanidad: la amistad. Si es verdad que las relaciones humanas son cuanto menos complejas, ni qué decir tiene la amistad, esa relación altruista donde congenias con alguien y en la que sólo estás porque te sientes cómodo sin un interés más allá. Aquí no hay amor como nos lo han vendido desde siempre, pero quizás haya mucho más amor del que se cuenta, otro tipo de amor, más sincero, más puro. Por ello, qué fea la sensación de sentirte defraudado por alguien a quién has llamado amigo algún día. Y ese pensamiento que te acecha diciendo: ¿por qué? al fin y al cabo en esta relación se supone todo más fácil, compartes momentos, sentimientos y risas con alguien que crees que merece la pena compartirlos y esperas que cuando no esté agusto se marche pero sin hacer ruido, sin dejar rastros de sangre. Y luego está otra parte de la amistad, la que nunca se apaga, la que mecen las olas que van y vuelven, que la dejan en la arena y de repente, caprichoso el destino vuelve a llevarla mar adentro. Pero si nos encontramos entre esas olas siempre tendremos algo que contarnos que merezca la pena ser escuchado.

1 comentario:

  1. tú siempre tienes algo que contarme que merece la pena ser escuchado. En esta sociedad la palabra amigo se ha cargado de ñoñería, tú eres algo así como un camarada...

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Cuenta lo que quieras, recuerda que esto es "un sofá para hablar"...

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