Fruta y algo más

Recién llegada de la frutería, con los últimos melocotones de calanda de la temporada, los primeros kakis, unos mangos maduritos, plátanos y... las primeras mandarinas de este nuevo otoño-invierno. Y algo más para reforzar todo lo bueno que aporta la fruta a la piel. La fruta me encanta, si me encanta estoy contenta, siento placer comiéndola, el placer trae de la mano a la felicidad, y un alto porcentaje de la belleza lo ocupa el ser feliz. Y para todo lo demás están maravillosos ungüentos como este que se acomoda entre la fruta.

Lo importante es que hoy es lunes, pero he conseguido que sea un lunes distinto, de esos en los que a pesar de haberme costado dejar sola a mi maravillosa y cómoda cama, el día ha transcurrido con normalidad, yo diría que hasta con armonía. Aún estando un día algo bochornoso y lluvioso, el lunes parecía no ser lunes. No sentía el cansancio en mi cuerpo, ni la apatía. La casa me esperaba con un cálido abrazo de final de tarde y, un ambiente limpio y seco que se agradecía. La voz de mamá al otro lado del teléfono...todo en su lugar. Y un ducha caliente... Mañana será martes, pero para mi será un viernes (el miércoles es festivo en Coruña) que se hace hueco en medio de una semana que ha empezado con la luz de octubre.