UN ABORTO

Sin querer saber nada de la política no puedo quedarme callada a la hora de oír que el presidente del Foro de la Familia decir palabras tan dictatoriales como "nosotros no pararemos hasta que en España no haya ni un sólo aborto". Pero, ¿a dónde vamos a llegar? la mujer siempre ha sido el sexo callado, marginado, avasallado, sin derechos y con muchos deberes, y así durante miles de años. Ahora no estamos hablando de derechos políticos. No estamos hablando de igualdad salarial. No estamos hablando de violencia a la mujer. Estamos hablando de algo tan personal e íntimo como la decisión de la maternidad, que es mucho más que un óvulo y un espermatozoide; mucho más que parir una criatura; mucho más que amamantarlo; mucho más que un libro de familia. Es la decisión como mujer de dar vida a alguien anteponiendo sus necesidades a las tuyas, sabiéndote preparada para cuidar, educar, amar, y apoyar hasta el día de tu muerte a alguien que no ha pedido estar aquí y que, si viene, como mínimo se merece todo eso. Por todo ello, esto es una idea única e indivisible de la mujer, la que debe tener la única, primera y última palabra a favor o en contra de su maternidad. No es cuestión de edad, ni de clase social, ni de estatus económico, ni de raza o de religión. Nadie puede decidir por ella. Nadie puede decidir por ti. Nadie va a decidir por mi.