Fuera de cobertura

Una imagen vista como esta vista de cerca no tiene precio. El sol es capaz de recargar mi propia batería interna de energía positiva. Revive cuerpo y mente. Y aprender a desconectar es la asignatura pendiente que tenemos todos en estas vacaciones en las que muchos ya están inmersos y otros pronto lo estaremos. Aprender a estar fuera de cobertura a veces es complicado, pero nunca llegas al destino sino aprendes a dejar lo secundario en el lugar donde debe de estarlo. Relajarse, hacer cola en los museos, coger aviones, comprar souvenirs, visitar a familiares, hacer una escapada romántica, planear una reforma en casa, irse de luna de miel...son planes que algunos tienen en mente para este tiempo de descanso, sin olvidarse de los que carecerán de ese tiempo o aprovecharán la vacaciones de trabajo para...trabajar. He ahí el que no sabe estar fuera de cobertura. Pero antes que cualquiera de esos planes está el de sentir que el tiempo ha sido aprovechado, sea en lo que sea...con tal de que tú lo hayas decidido así. Yo tengo varios planes, pero sobre todo las vacaciones se unen a verano, y el verano para mi es hedonismo: el placer por el placer. ¿No es maravilloso saber que el despertador también está de vacaciones?leer nuevos libros, escuchar desconocidos grupos musicales, que el sol te acune, hablar hasta tarde, pisar un lugar en el que no has estado o, volver porque te ha encantado, derrochar las horas hasta sentir que hoy no tienes nada más que hacer que ser feliz.