La fuerte ideología racista incrementaría el negocio esclavo. Negros defectuosos. Negros como animales. Jurídicamente como cosas, personalmente ni eso. Hay cosas a las que nunca tratarías así... la medalla de abuela, la camiseta de la suerte, la foto de aquel verano en la playa, el primer dibujo de Laura, ese libro dedicado, un vestido descubierto en el baúl del cuarto que repartimos en falda y camiseta, una entrada de un concierto de Springsteen... ¿acaso hay cosas que valen más que personas? De la misma forma que cuando empezabas a aprender a sumar te decían que peras no podían ser sumadas con manzanas, personas no pueden ser comparadas con cosas. Cada uno tiene un valor y un precio distinto. Administraciones locales, nacionales e internacionales que prácticamente no existen, no llegan fácilmente, no se oponen y no luchan contra ella. Falta de leyes, o su aplicación, que garanticen la igualdad y protección jurídica de las personas. Corrupción en los que deben controlarla. De nuevo poder y dinero... siempre acabamos cerca de ese fango, si no es metidos en él. Hacen que por muchos tratados y mucha abolición, siga existiendo la esclavitud en distintas formas, que todavía hoy sigamos en la compra-venta de personas. Sólo que ahora hemos cambiado cadenas y látigos por fondo monetario internacional y reservas naturales. Los eufemismos se multiplican como panes y peces.
Todos en algún momento y de alguna forma somos esclavos. Esclavos de un reloj que tiene prisa. Esclavos de nuestro trabajo, impuesto o elegido. Esclavos de sus manías. Esclavos del dinero, que siempre encoge cuando está a nuestro lado. Esclavos de la báscula de la moda. Esclavos de títulos que no traen formación. Vicios que nos hacen esclavos. Esclavos del "qué dirán". Esclavos de divanes ajenos que hacemos nuestros con un anónimo al que detallamos lo que no nos atrevemos a contarle al del espejo. Esclavos de la religión, de la fé, de no quedar mal con cada dios nuestro. Pero la peor esclavitud es aquella en la que terminas siendo esclavo de ti mismo.
Y tú, ¿qué palabra estás pensando ahora mismo?
Espinoso tema el de la esclavitud, y q razón tienes con lo de q somos esclavos de muchas cosas. Recuerdo una amiga q m dijo una vez q prefería guardarse las cosas a ser esclava de sus palabras, hay q tener mucho cuidado cn lo q decimos y lo q hacemos.
ResponderEliminarMaravilloso texto, cmo siempre :)
Mi palabra es PAZ :)
ResponderEliminarUn besito.
Cómo siempre un 10 a tus reflexiones, qué gran frase, "...¿acaso hay cosas que valen mas que personas?", qué pregunta tan interesante y cuantas personas todavía a día de hoy dudarían internamente al responder. Hermosa reflexión.
ResponderEliminarTe dejo otra palabra: Soberbia
Opino que la esclavitud es abominable cuando quien nos esclaviza lo hace de manera coercitiva, prepotente y humillante, pero yo me sentiría feliz siendo esclavo de mi novia por ejemplo, a quien amo. O de Dios, suponiendo que Dios existe y que reúne en él todas las cosas buenas y hermosas. ¿El niño no se sentirá feliz de ser esclavo de la madre? Claro que si tomamos el sentido degradante de esclavitud para realizar trabajos forzados es otra cosa
ResponderEliminarHoy en día somos esclavos del tiempo, del consumismo...en fin de muchas cosas.
ResponderEliminarBesos!!
Alguien apunta ahí arriba que "la esclavitud es abominable cuando quien nos esclaviza lo hace de manera coercitiva, prepotente y humillante" pero que si hay "amor" de por medio entonces ya no se puede considerar esclavitud...¡no estoy de acuerdo!. Las relaciones personales soy muy complejas y no podemos caer en el error de pensar que son planas y siempre bien intencionadas, por la sencilla razón de que estamos compuestos por diferentes planos: EGO, SÚPEREGO Y ELLO y éstos entran en actuación continuamente sin que -muchas veces -nos demos cuenta. Siempre que uno sea el dependiente y otro el que imponga el ritmo, se está creando una relación amo-esclavo...
ResponderEliminarCreo que - por muy duro que sea reconocerlo - en la actualidad hay más formas de esclavitud - y más complejas y sutiles y por tanto más difíciles de detectar - que nunca. Creo que la Vorágine Capitalista nos ha engullido con su maquinaria fagocitadora y no tiene límite. Tal y como apuntaba la autora de la reflexión, somos esclavos de falsos reflejos: los del aspecto físico, los de las posición socio-económica, los de títulos que no conducen a nada, los del tiempo que se escapa, etc.
Como siempre, me ha encantado leerte.
Este cuadro es uno de mis favoritos. Publiqué un post hace tiempo en mi blog sobre él: http://miss-marble.blogspot.com/2010/03/olympia-y-las-demas.html
ResponderEliminarLo que más se me ha quedado ha sido lo de las peras y manzanas, me has recordado tiempos en la escuela y a una profesora...
ResponderEliminarTienes toda la razón de que no somos libres, estamos atados a muchas cosas de las cueles no nos podemos desatar.
Un abrazo enorme
Nacho de OlieteWorld
Te sigo!
Siempre te leo pero pocas veces comento. Hoy me apetece, me encanta como escribes. Este blog tiene tanto de ti. Supongo que tu cabecita dá para mucho y esta es una prueba, parece que te estuviese escuchando mientras te leo, eso hace que el conocerte sea el mejor complemento para leerte. Yo creo que deberían de escucharte algunos de los que te leen, tu rapidez de palabras con risas intermitentes, no habría desperdicio.
ResponderEliminarTodos somos esclavos, pero como tú dices, a veces la ignorancia es el cobijo de toda infelicidad. Yo propondría una palabra, o varias...
Elegancia. Estilo, quizás... yo creo que también podrías hablar mucho.
un besito. Julia
Siempre te leo pero pocas veces comento. Hoy me apetece, me encanta como escribes. Este blog tiene tanto de ti. Supongo que tu cabecita dá para mucho y esta es una prueba, parece que te estuviese escuchando mientras te leo, eso hace que el conocerte sea el mejor complemento para leerte. Yo creo que deberían de escucharte algunos de los que te leen, tu rapidez de palabras con risas intermitentes, no habría desperdicio.
ResponderEliminarTodos somos esclavos, pero como tú dices, a veces la ignorancia es el cobijo de toda infelicidad. Yo propondría una palabra, o varias...
Elegancia. Estilo, quizás... yo creo que también podrías hablar mucho.
un besito. Julia
como me suena eso de esclavitud del trabajo...
ResponderEliminarmuak
jose
mis palabras son: omnipotencia y compañía, porque el mundo no está hecho para vivirlo solo
Cuando acabo de leer tus entradas necesito un par de minutos para volver al mundo real.
ResponderEliminarme pierdo en tus palabras, desato mis pensamientos, me formo una opinión en temas sobre los que jamás había meditado.
no es el caso, la esclavitud es un clásico debate, pero me gusta tu visión. me gusta tu interpretación de la esclavitud hoy en día, y la frase "Esclavos de divanes ajenos..."
sí, es frase me encanta.
Cuánta razón tienes.
Tu blog es increíble.
ayer vi La Cinta Blanca y las palabras que primero me vienen a la cabeza son: inocencia, castigo.
Un beso enorme, Chic and Chocolate.
todos somos esclavos, creo que ese serié el resumen... suena hasta mal...
ResponderEliminarUn texto fantástisco!!! Creo que mi esclavitud propia es la de tener que hacer frente a mis decisiones, a un compromiso de la índole que sea, ya que muchas veces el arrepentimiento de esa respuesta llega tarde.
ResponderEliminarUn saludo!! bss
Una palabra: REALIZAD@, esa sensacion que se tiene cuando te quietas un peso de encima, cuando se acaba una cosa bien, etc.
Verdad, esclavos de uno mismo... la peor de todas. Tú siendo esclava, como todos lo somos, dás sin embargo una impresión de reo libre, ja, ja, ja...
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