Hace algún tiempo que tenía preparado este post pero nunca encontraba el momento de publicar. Una versión de Bebo y Cigala, es la canción de estas conversaciones, sin duda.
Un
señor y yo, y una conversación. Una larga conversación en la que
hablamos de amor y de desamor; de la juventud, de la vida, y de las
vueltas que da la misma. Hablamos de él y de mi, no muy alejados del
mismo punto. A veces uno se hace algunas preguntas para las que no
encuentra respuesta, quizás es que algunas de esas preguntas no la
tengan. Y luego, están esas preguntas para las que que pensamos que
alguien concreto tendría la respuesta. Hablamos de cómo he cambiado
y cómo a la vez continúa existiendo esa parte de mi que no muere.
Hablamos de miedos, de risas, y de historia del arte. De viajes.
Hablamos de hijos y de compromiso. Aludíamos a cómo el entorno, en
ocasiones, se vuelve molde y va forjando tu forma, de la que no todo
el mundo es capaz de escaparse. Hablo de algo impensable en esta
conversación nuestra, de unos sentimientos y sensaciones que sólo
he hablado con mi almohada. No sé si era la experiencia de los años,
su capacidad para leer entre líneas, o que estábamos compartiendo
más que recortes de historias, que sólo escuchándome descifró mi
mapa y no podría haber sido más ajustado a la realidad. ¿Cómo podía
saberlo? Mi almohada nunca descubre mis secretos ;) Y yo hice la pregunta, quizás aquí
sí había respuesta: “Tú, tras todo lo vivido, ahora mismo con
tus cincuenta y tantos inviernos y con todo lo que sabes, ¿qué le
dirías a alguien de veintiseis veranos?” Una mirada bastó para
resumir el mensaje. “hikdpahdasudbasdalksaihasdbjasbdasdaijsdbañkasdaihknasdiakasdba”,el mensaje me lo guardo sólo para mí.
Esta sí es la cama oficial de Estrógena. Y esa, la almohada que guarda mis secretos.
Una
mujer y yo, y una conversación. Una larga conversación en la que
hablamos del amor y del desamor; de la juventud, de la vida y de las
vueltas que da la misma. Hablamos de ella y de mi, muy cercanas al
mismo punto. A veces uno se hace algunas preguntas para las que sabe
que alguien tendrá respuesta, o al menos, le dará las claves para
que uno mismo se encamine a la respuesta escondida. Hablamos de mi
infancia y de esa parte de mi que hace que me quiera tanto. Hablamos
de miedos, de risas y de algunos que ya no están. De un viaje
pendiente. Hablamos de sueños cumplidos y de deseos inconscientes.
Aludíamos a cómo en ocasiones uno se paraliza ante la mirada del
otro. Cómo uno se vuelve fugitivo de su propia historia, o cómo no
encuentra herramientas para decir “sí porque sí”. Hablo de algo
nunca verbalizado, de esos mismos sentimientos y sensaciones que sólo
he hablado con mi almohada. Ella también descifró mi mapa, pero eso
no era novedad, estos ojos verdes siempre saben anticipar lo que voy a decir antes de decirlo. Mi almohada nunca descubre mis secretos, y ella
tampoco ;) Y yo hice la pregunta, quizás aquí sí había respuesta:
“Tú, tras todo lo vivido, ahora mismo con tus cincuenta y tantas primaveras y con todo lo que sabes, ¿qué le dirías a alguien de
veintiseis veranos?” Otra mirada bastó para resumir el mensaje. “haghsagihasdbjañbñaioshdaksdjañsdhajdhasdihañilksdasdhakdañiohak" otro mensaje que me lo guardo sólo para mí. Los voy a guardar en una
cajita con llave, porque quizás algún día me gustará pasárselos
a alguien. Las mejores historias son las que nunca terminan.
Así
suceden las mejores conversaciones, prolongadas e impensables. Me quedo con el mensaje, que podríamos decir que eran el mismo. Me ha gustado, mucho, ni siquiera sé cuánto. Una
conversación que podría llevar por título la frase con la que
comenzaba aquel bolero que decía:“en la vida hay amores que
nunca pueden olvidarse”.
Mensajes seguro que para guardar bajo llave o para dejarlos salir y vivir!!!
ResponderEliminarSí, quizás para guardarlos como tuyos, pero también para dejarlos salir y vivir en este sofá. Mua guapa!
EliminarSon esas conversas nas que hai boa enerxía, por eso se prolongan soas, porque estamos a gusto. Pode que non faga falta que a almohada conte os secretos porque igual te coñezan mellor do que pensas, e ademáis a experiencia é un grado. Estos dous creo que podían responder á pregunta dunha forma parecida. Encantoume a canción. Tes que contar aquí do concerto, eh? Se esta semana non tes moito lío de horarios có traballo vémonos. Un besiño Lu.
ResponderEliminarSí,o inesperado lévanos a iso. Pode que sí, jeje, ó final todos nos temos moi coñecidos, jeje. Sí, por eso responderon así, casi có mesmo mensaxe.
EliminarSí!!! xa o sei, o concerto, a viaxe... pero é que non dou para máis, estou ata arriba. Pois bueno, esta semana vai a estar complicado porque teño exámen para a que ven, pero estamos en contacto que teremos que celebrar os meus 27, jeje. Muuuuaaa!!!
Hola! gracias por pasarte por mi blog! porque asi he podido acceder al maravilloso universo que es el tuyo!!! que pedazo de entrada! desde luego me quedo por aqui!! un besito!
ResponderEliminarHoooolaaaaa!!! bienvenida!! me alegro de verte aquí y de que te haya gustado. Un abrazo guapa!
EliminarSi hay amores que nunca pueden olvidarse entonces deben de ser los que hacen las historias que no terminan. Experiencia sí, su capacidad para leer entre líneas también, y que se encontró por tu historia lo que más. Quizás por eso te descifró tan rápido. Intuyo el mensaje, y yo hubiera dicho lo mismo. Guárdalo, seguro que tendrás que pasarlo, de eso a estas alturas ya no me cabe duda, jeje. Esto ha estado de p... madre, así de claro.
ResponderEliminarSí... estos amores seguro que son los que hacen esas historias. Jeje... igual sí, todo un poco, un cóctel Estrógena, jajaja. Intuyes bien, sé que sí. Guardadito queda, madre mía! eso se llama confianza, jajaja. Gracias, yo también te leo entre líneas y sí, gracias de nuevo. Muuuaaa!!!
EliminarEl leerlo me ha recordado a los consejos que sólo pueden dar una madre y un padre...y no sé muy bien por qué. Lo importante es la conversación, el ir sacando palabra a palabra parte de tus sentimientos y lo inmensa que se queda el alma cuando finaliza. Afortunadamente, hay amores que no pueden olvidarse y eso nos hace humanos...
ResponderEliminarBesos!!!
Puede ser... cada uno debe de llevarse por lo que le dice el texto, que para cada persona puede ser algo distinto. Tú déjate llevar, además Imaginativa como nombre, no hace falta que yo te anime, jeje. Colocar a veces duele, a veces no, pero todo vale por esa sensación de inmensidad a la que haces referencia, verdad? Por supuesto, existen y merecen la pena. Muuuaa!!
EliminarQué imágenes tan bonitas y qué conversaciones sin duda tan interesantes... hay palabras, personas, conversaciones, momentos que son tesoros y hay que guardarlos.
ResponderEliminarUn besote
Gracias Rose!!! Ojalá todo el mundo encontrase un tesoro de estos y supiera eso, atesorarlo ;) Muuuuaaa!!
EliminarHe pasado de un señor, a un amigo y a un padre, lo mismo con la conversación con la mujer, podría ser una madre. Tampoco importa. Sí, lo que importa es el modo en que lo has podido contar, despacito ir pasando por esos temas inevitables que van saliendo cuando estamos cerca de alguien que amamos y nos ama. ¡Me encantó!
ResponderEliminarAlguna vez me gustaría tener una charla así.
Una vez tuve una mirada intensa con mi padre, era una despedida mas de las tantas que teníamos al vivir separados, le dije que lo amaba (no acostumbrábamos a decirnos el amor y esa vez lo sentí como una necesidad) no sabía que esa tarde era la última vez que lo veía con vida. Esa mirada me salvó de no sentir que había quedado algo por decir el día que ya no lo tuve.
Mirá a dónde me llevó tu hermoso relato!
Besos.
Oooo... Pato... me has emocionado. Qué bello, qué triste pero qué emocionante a la vez lo que cuentas.
EliminarToda la razón, no importa quién sea sino con quién la mantengas. Sin duda, son esas cosas que refrescan el alma.
A veces uno tiene que mantener esas conversaciones porque no sabe qué día será el último. El haberlo hecho nos salva del abismo en ese momento, y sobretodo si es la última vez, uno suelta el peso de haber dicho todo lo que tenía que haber dicho. Qué bonito que te haya llevado ahí. Me alegro mucho, de veras. Me ha encantado el comentario.
Muuuaaaaa linda!!
Que bella historia ;) La verdad que no hay nada como esas conversaciones que nos dejan un mensaje tan importante que queremos atesorar de lo valioso que es para nosotros ;)
ResponderEliminarSí, esas conversaciones valen su peso en oro, quizás porque uno se queda desnudo y no se siente desvalido, sino todo lo contrario. Eso es lo que las hace especiales. Por eso me lo guardo en esta cajita ;) Mua!!!
EliminarPero también hay conversaciones que son soliloquios que sólo avanzan cuando nos dicen aquéllo que queremos oír, aquello que la almohada nos ha aconsejado. Enseñanzas varias que en muchas ocasiones solo podremos aprender (por nuestra propia obstinación) a través de nuestras vivencias, por eso las voces de nuestros mayores son las más sabias y las que menos atendemos, eso sí, cuando nos asentamos en la atalaya de la experiencia lo vemos todo más claro y valoramos entonces esos consejos que no tomamos, esas ayudas que no aceptamos...en su momento
ResponderEliminarY por eso son más de valorar esas conversaciones que son capaces de hacernos ver esas cosas que no queremos aceptar.
Besos (como siempre yo a lo mío con los comentarios, I'm sorry!!!))
Jajaja... nooooo!!! de eso nada, me encantan tus comentarios ;) Mucho.
EliminarY es cierto que existen esas conversaciones en las que nos dicen lo que queremos oír, y eso a veces estropea más que arregla. Sí, hay enseñanzas que sólo aprendemos a base de experiencia. Y sí, cuántas veces no queremos escuchar y pensamos estar en lo cierto hasta que... se demuestra lo contrario. Hay conversaciones en las que uno se encuentra, definitivamente.
Muuuuuaaaa!!!!
Me ha gustado la frase de "fugitivo de su propia historia" porque es algo que suele suceder...Y las mejores historias son las que nunca terminan sin duda ;).
ResponderEliminarHe tenido pocas de esas conversaciones, pero los mensajes se me han quedado grabados.
Besos!
Sí, supongo que sí suele suceder, quizás más de uno se ha encontrado en esta frase. Además de que volverse fugitivo de tu propia historia es un imposible desde el punto y hora que no puedes escapar de ti mismo, por mucho que lo intentes.
EliminarEn estas cosas no importa la cantidad, sino la calidad, el momento, cómo haya sucedido y se nos haya quedado el cuerpo y la mente...
Muuuaaaa!!!
Me alegro de que tengas gente sabia que te guíe cuando lo necesitas. Eso es indispensable a veces para no sentirnos perdidos. Yo tengo amigos de 50 y hasta de 60 con quienes comparto mucho más que con los de mi edad.
ResponderEliminarUn beso y buen finde, guapa!!
Sí!! son los mejores, jeje, supongo que necesitamos de alguien que nos guie en algunos momentos. Y lo consiguen, por supuesto que lo consiguen.
EliminarBesos a lot!!jeje. Buen finde para ti también :))
Tus pensamientos me parecen tristes , deshacen mi mascara de payasa y lloro por dentro contigo .
ResponderEliminarHace menos de dos meses me despedí para siempre de un amigo de mi adolescencia ,un testigo de toda mi vida , un trocito de mi.
Si .
La muerte es una putada .
Es la separación definitiva .
Nos consolamos diciendo : mientras yo lo recuerde estará vivo para mi.
Vale.....para ti .
Fffffffff
Un Besito.
Me voy a hacerme un Cola cao
Que bueno siempre verte por aquí, de veras, me gusta mucho encontrar tus palabras por este sofá. Supongo que este comentario no va para este post, sino para el último publicado, http://elblogdeestrogena.blogspot.com.es/2012/09/que-titulo-le-pongo-esto.html. Y sí, mis pensamientos en parte son tristes, por sucesos acontecidos en este último mes. Los consuelos son eso, parchecitos calientes que uno necesita en momentos dados para poder seguir caminando.
EliminarLlevaré el comentario al post, creo que debe de estar allí. Me ha encantado.
Muua guapa!