Llego tarde, lo sé. El martes era el día de mi nombre, y tenía que celebrarlo con él, mi nombre y yo brindando un año más por los días de luz. Desde ayer, el día irá ganando tiempo a las noches de invierno. Todo ello desde la sabiduría popular, que afirma que con Santa Lucía, menguan las noches y crecen los días. Puede que sea mentira, pero me encanta pensar que caminamos hacia la luz.Habéis ido dejando palabras y palabras esparcidas por aquí, entre todos fuisteis colocando las que designan los siete pecados capitales. Pensé en hacer una entrada conjunta, pero serían siete palabras en un sólo post, lo que supondría un post demasiado largo. Además, y más importante, creo que cada palabra merece un día, un texto, una música, una imagen y un momento de reflexión exclusivamente para ella. Añado una frase del gran Cortázar "Jamás hemos dejado de soñar que el columpio nos pertenece. Y hasta envidia sentimos cuando los niños no nos prestan el tobogán." Aquí y hoy, envidia.El sujeto se siente desdichado por no poseer aquello que identifica como goce e ideal en el Otro, y que percibe en sí mismo como falta. El deseo por lo que el Otro atesora puede volverse deambular sin mapa. Acabar viviendo la vida del otro, quizás por falta de vida propia. La envidia habla de las carencias, de los miedos, de la falta, de las neuras de cada uno. Él no quiere ser el Otro, sólo quiere su habilidad artística; la vida dinámica e interesante que ve desde su cristal, sacando todo lo que no considera atrayente; conducir su nuevo coche, que no costear su mantenimiento; a su mujer, con sonrisa maquillada, no en la hora de los sentimientos encontrados; algunas de las personas que lo rodean, que no lo personajes con los que también se encuentra; su trabajo, pero sin invertir tanto esfuerzo y horas... La envidia acapara siempre una percepción distorsionada y exageradamente positiva del otro y de su vida. En la envidia hay mucha fantasía, y por supuesto el fantasma de cada uno. ¿Cómo es posible tener su vida si eres tú? Mi vida es mía por algo, y la tuya también. Me refiero a que mi vida es mía y yo soy yo porque mi padre y mi madre son mi padre y mi madre, no cualquier otros; mi infancia es mi infancia y no otra; mis actos llevan mi rubrica y no la de otro. (Lo que hablaba en el post anterior sobre la identidad.) Uno es uno porque su historia es su historia, por eso nunca podrá ser otro, ni otro podrá ser nunca él. Envidia nos habla de emular, pero lo honesto no siempre está presente. La vida del otro por muy bella que sea, es bella en el otro. Quizás si el protagonista cambiase, éste comprobaría como le queda grande, o pequeña, o demasiado ajustada. Normalmente a los que nos queda bien nuestra vida es porque es de nuestra talla, como mis zapatos o mi sujetador. Encaja de forma sencillamente natural. La envidia deja al envidioso agobiado con los triunfos ajenos. Estamos ante una botella con mensaje de inferioridad, angustia y rencor, encuadrado en lo obsesivo, que navega a la deriva. Nos encontramos ante lo patológico. La inferioridad lleva inherente la comparación, siempre mirando a los demás para poder calificarse. Con sus lagunas identificadas y silenciadas, surge un complejo de inferioridad que lo anegará en la más gris de las ciénagas.La envidia deja paso al resentimiento, un mísero sentimiento instaurado no para buscar el bien propio, sino el mal ajeno. El envidioso no siempre quiere lo que el otro consiguió, a veces sólo quiere romperlo. Hablamos de lo perverso. La envidia sólo puede dañar a quién la siente.Envidia es el despropósito a uno mismo. Envidia es un alma hambrienta.
Q mala puede ser la envidia. Nos puede convertir en aquello q más odíamos. Tenemos q ser capaces de aceptarnos tal y como somos y dejar las envidias a un lado. Sólo así seguiremos siendo fieles a nosotros mismos y dejaremos de hacer y hacernos daño
ResponderEliminarXcierto, no me acordé, llevo mucho lío mental últimamente y no me acordé de felicitarte en tu santo. Espero q pasaras un gran día :D
ResponderEliminarQué buena esta frase final, "envidia es un alma hambrienta" aunque el resto del post es genial, lo has dicho todo, te has lucido una vez mas!
ResponderEliminarA lo largo de mi vida he sentido algún que otro resentimiento o envidia y a la única persona que le hizo mal fue a mi. Porque somos humanos y no solo estamoos hechos de sentimientos bellos y ricos, también tenemos de los otros. Son mala hierba y cuando uno los descubre sacando brotes en el propio terreno, es mejor arrancarlos de cuajo y de entrada, nada de dejarlos avanzar porque cuando querés acordar es tarde!
Apenas percibís que está germinando una de esas pequeñas pestes, hay que eliminarla, porque cuando querés acordar sos lo peor de vos y estás cada vez mas lejos de ser lo que querías.
Y otra cosa, así como está bueno sacar de uno las malas hierbas, limpiar el jardincito, está bueno alejarse de jardines contaminados, porque a la larga terminan invadiendo tu espacio y dejándote sin aire, cuando entran a crecer sus hierbas trepadoras.
Faaaaaaa, me re gustó sentarme acá, en el sofá y soltar la lengua, me quedaría el resto de la mañana hablando de esto con vos, pero me tengo que ir, besos!!!
que mala es la envidia! con lo bonito que es alegrarse del bien ajeno...
ResponderEliminarUn beso
ST
Vamos a ir encontrando los pecados en el sofá, seguro que nos encontramos en muchos :D Me quedo con las últimas frases, son pobres diablos que no tienen nada mejor que hacer que envidiar la suerte ajena en vez de buscar la propia. Y sí, tu vida te sienta divinamente pero porque es eso, tuya. Yo si fuese tú, no tengo dudas de que querría una vida así :))))) un besito, te veo ahora...
ResponderEliminarOjizarka: justo, convertirnos en aquello en lo que más odiamos... No te preocupes, me llega la felicitación ahora mismo,jeje. Ya me imagino que mucho cole ;) Estamos en contacto. Mua guapa!
ResponderEliminarPato: Paaaato!! qué bueno que viniste!jeje... Me gusta la idea de podarnos, de cortar nuestras propias hierbas, y también la de alejarnos de esas plantas trepadoras que nos dejan sin aire... totalmente cierto! Y a mi me ha regustado que te hayas sentado. Un abrazo enorme linda!
ST: Es que a veces se confunde el desear el mal con buscar el propio bien... erroneamente pensando que porque al otro le vaya fatal a uno le irá mejor... en fin, almas en pena, jajajajja... Mua guapa!! tenemos que hablar ;)
Julia: Síiiiiii... todos los pecados en el sofá. Jajajajajaja... muy buena!! ese es el mejor piropo que me has dicho nunca,ajajajajajajaja... Ahora mismo que te veo ;) mua!!
Felicidades atrasadas...eejjeej.
ResponderEliminarpero qué bien escribes..y qué cierto es..qué mala es la envidia, para mí, es uno de los peores 7 pecados...otros los podría pasar por alto pero este y algún otro..ni de broma.
Graaacias por comment en mi post...siempre procuro enlazar textos, fotos..no sé, me gusta inventarme e imaginar historias.
Te mando un beso enorme!me encanta pasar por aquí, y por cierto, me encanta la foto de Amber y la otra modelo, que no recuerdo del nombre!
Muak;)
Hacia un poquito que no me pasaba por aqui y lo siento ya que suelo pasarme y no me gusta descuidar a mis seguidores...
ResponderEliminarComo siempre, buena reflexion y entrada... te escribiria mas pero esque estoy malita y apenas tengo animo asique ya te hablare otra vez :)
Un beso !
Mentalhesitation: Gracias guapa, por las felicitaciones y por tus palabras. Sí, demasiado mala, pero para quién la padece... Y a mi que te pases. Mua!!
ResponderEliminarAgnes: oooo... gracias por tus palabras y, un abrazo enorme para que recuperes cuanto antes. Mua!!
La envidia es una forma de halago, no lo olvides.
ResponderEliminarPásate a ver nuestro programa.
Gracias :)
cae un blogger de una torre tan alta como su EGO
ResponderEliminarde qué muere?
de hambre!
XD
A mí me molesta sobremanera cuando alguien me dice, ante mis logros realizados con sacrificio: “qué suerte tienes” o “yo si quisiera lo haría”.
ResponderEliminarEsa reflexión de que la vida de otro es bella porque es bella en el otro, me parece dar justo en la cabeza del clavo.
No sé si soy envidioso, creo que no, pero lo que tengo bien claro es que no estaría a gusto con tu sujetador ;-)
Efectivamente, creo que la envidia hace sufrir al sujeto que la padece, tanto como los celos, pero ambos vicios pueden causar graves daños colaterales.
Por último una reflexión, Estrógena. Yo ya tengo mi respuesta, pero me gustaría saber la tuya: ¿existe la envidia sana?
Me ha encantado, como siempre, tu reflexión.
Pusu.
Tucaramesuena: sí, otra forma de verlo. Gracias por pasaros. He ido hasta el programa :) mua!!
ResponderEliminarAnónimo: Caer no significa morir, jajaja...
Sbm: Es que lo que en uno es sacrificio, constancia y trabajo, en el otro siempre es suerte, queda mucho mejor, jejeje. Yo tampoco estaría a gusto con tu pijama, hablábamos de las tallas, y no es mi talla. Envidia a veces anda muy cerca de celos y sí, los daños pueden ser graves, pero los colaterales... en fin, yo creo que es la historia del sujeto que los padece, no hay que entrar ahí, pertenece sólo a él. Envidia sana... donuts light...
Pusu
Una vez más, te felicito por tu post.
ResponderEliminarComo siempre no solo es un placer leerte sino que también invitas a la reflexión.
¡Nos leemos! :)
Hay tanto envidioso suelto... tanto pobre de alma... me ha encantado, muy buena la frase de Cortázar. Envidia de tu sonrisa que estalla.
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